Por Meghan McCarthy y traducido por Jessica Moreno, Valerie Ramos y Camila Loaiza
Las comunidades latinas de adultos mayores son algunas de las más sedentarias del condado, pero una investigadora de la Universidad de Pensilvania ha demostrado que las clases de educación en bienestar y la actividad física en grupo pueden ayudar a mejorar los resultados de la salud.
Estos mejoramientos universales podrían conducir a una mejor salud cognitiva.
“Para mí, se trata de la memoria”, dijo Adriana Pérez, PhD, ANP-BC, FAAN, de la facultad de enfermería de Penn. “El cerebro es capaz de aprender cosas nuevas sin importar la edad”.
El CDC informa que el 32.1 % de los latinos mayores viven un estilo de vida inactivo fuera del trabajo: el más alto entre todos los grupos de raza/etnicidad.
Esto se debe en gran parte a los determinantes sociales y estructurales de la salud, como el acceso alimenticio, atención médica, vivienda y vecindarios e ingresos seguros. Estas necesidades cotidianas son esenciales para el envejecimiento saludable del cerebro.
Los latinos son más propensos que sus pares a enfrentar dificultades para caminar al aire libre debido a temperaturas extremas o problemas de seguridad. Al contrario de las poblaciones blancas, es más probable que las comunidades latinas tengan dificultades para pagar programas de actividad física o membresías en gimnasios. Las barreras del idioma también pueden obstaculizar las clases grupales de actividad.